Crónica brutal del colapso con aire acondicionado y pulsera “todo incluido”
🍻 1. TERRAZAS DEL APOCALIPSIS: CUANDO EL BAR PARECE BONANZA
Calles llenas, cañas frías, fotos felices. La fachada: España sonríe. La realidad: un país que suda precariedad bajo toldos patrocinados por cervezas de marca.
El dato detrás del postureo: Según fuentes policiales, hasta un 40% de los bares costeros operan como tapaderas para el blanqueo.
El camarero que te sirve lleva dos turnos seguidos y sueña con ser repartidor, porque ahí le pagan más.
Cierre irónico: “España no se levanta: se emborracha.”
🏖️ 2. COSTA DEL NARCISISMO: TURISMO DE PULSERA Y SELFIE MENTIROSO
Marbella, Torremolinos, Benidorm: un solo decorado con mil influencers. Las abuelas con testamento precario dejan sus pisos a hijos atrapados en hipotecas heredadas como deudas emocionales.
Los nietos, con carreras que no valen ni el cartón del diploma, los redecoran con muebles de Wallapop y los suben a Airbnb por 300 € la noche como “retiro mediterráneo con alma vintage”.
El barrio, antes de obreros, ahora huele a aftersun y croissant congelado.
Los políticos hablan de “turismo sostenible” mientras se frotan las manos con las tasas.
Y la historia familiar… convertida en experiencia premium con código QR.
La escena real:
Turistas europeos se quejan del “encarecimiento español”, mientras pagan 12€ por una sangría y saquean los bufés como si fueran ONGs gourmet.
Frase puñal: “El litoral español ya no se visita: se monetiza.”
🎭 3. POLÍTICA EN BERMUDAS: TEATRO ESTIVAL CON SANGRE FISCAL
Sánchez y Feijóo se pelean con titulares en Prime Time mientras la inflación se come la nómina del mes.
El bono cultural es trending topic, pero no cubre el alquiler ni una entrada al cine sin descuento.
Escándalo real:
La ex de Ábalos acapara más portadas que los suicidios laborales de todo el año. Y mientras tanto, el país en modo zombie sigue a Ibai para ver quién será el próximo famoso en fingir que boxea en “La Velada del Año«.
Remate brutal: “Gobernar en España no es gestionar: es simular que haces algo mientras las terrazas sigan llenas.”
😵 4. RESIGNACIÓN NACIONAL: SER FELIZ A CAMBIO DE NO PENSAR
Caña a 4,50 €, salario mínimo a 1.350 €, alquiler imposible. Pero eh, el viernes hay DJ.
“Nunca tendrás nada, pero serás feliz” —y sí, los podemitas tenían razón, aunque la felicidad ahora viene con «caña en la playa” y quemaduras en la planta de los pies.
La fe se predica desde chiringuitos donde una Coca-Cola cuesta 9,50 €, las olivas son de Hacendado y los cuencos, “minimalistas”.
Pensar estropea la decoración.
Fenómeno colectivo: Total, qué más da. Si todo se hunde, al menos que sea con vistas al mar.
Frase cuchilla: “España no tiene futuro. Tiene stories con filtro verano.”
📉 5. SEPTIEMBRE: EL MES QUE NADIE MENCIONA
En el fondo lo saben todos: esto es una tregua estética.
En otoño vuelven los impagos, los cierres de negocios y el despido elegante.
Pero en la playa, eso no importa. Mientras el WiFi funcione y el hielo esté frío, la verdad puede esperar.
Gran mentira colectiva: “No hay crisis, hay calor.”
Frase final con metralla: “España no se hunde: flota. En Cruzcampo, en mentiras y en deuda.”
⚠️ ADENDA PELIGROSA
“Si esto no es distopía, ¿por qué los ricos veranean en Croacia y tú pagas 3€ por mear en una playa pública?”…………..
«Los ricos cambiaron Benidorm por Dubrovnik. Tu cubata sigue costándote 10,00 €.»
P.D :
Escribo este artículo desde una terraza en Torremolinos.
Suena “Mojaita” de Lola Índigo, como si el algoritmo quisiera convencerme de que esta resaca nacional es parte de la “Dolce Vita”.
A mi lado, el camarero: bíceps perfectos, sonrisa programada, y una mirada de telenovela venezolana cancelada por falta de presupuesto.
No tiene la ESO, pero sueña con producir reguetón en su cuarto.
Sirve cañas a turistas que creen que España es esto: sol, pulsera, y la idea de que el paraíso se alquila por noches.
Yo escribo.
Ellos bailan.
Lola canta “las dos vivimos la Dolce Vita”.
Y yo asiento…
pero con el colmillo afilado.
🖤 Rocío Aso Iguarán

Hace 42 grados, tengo 30 euros en la cuenta y aún creo que estas vacaciones me las merezco.