🧠🍳 Terapia de Sofá, Croquetas de Ego y Pornografía de Autoayuda

Rocío Aso Iguarán en una bañera con hielo, gafas rojas y expresión serena: crítica visual al coaching emocional moderno y la estética de la autoayuda digital.

Introducción:
El coaching emocional y las redes sociales están convirtiendo la vida en un reality sin guion, pero con eslóganes de Burger King.
Todo es una promesa de transformación exprés: sé feliz en 5 pasos, alcanza el éxito sin dormir, supera tus traumas con una taza de matcha y una playlist lo-fi.
No importa el contenido, solo el envase.
La tristeza ya no se vive: se monetiza.
Y tú, mientras tanto, finges sanar mientras haces scroll con un dedo y te desgastas con el alma..


Empieza así: un chaval con rizos perfectos y voz de mindfulness te dice cómo sanar tu trauma infantil en tres pasos.
Tiene 24 años, dos cursos online y cero experiencia vital fuera de su zona wifi.

Porque ahora el dolor se sublima con filtros, y el consejo de vida viene en cápsulas de vídeo vertical con fondo de piano.


Todo el mundo busca respuestas rápidas.
Ya no preguntas: “¿Qué haría Aristóteles?”, preguntas: “¿Qué opina esta influencer emocional sobre mi apego ansioso?”
Lo que nos lleva a una verdad dolorosa:
La vida se ha convertido en una mezcla de scroll, porno emocional y frases de autoayuda recicladas.

¿Quieres ligar? Ya no se invita a un café.
Se dice “vente a ver Netflix a casa de mis padres”.
¿Cena romántica? No. Te clavan 14 euros por una hamburguesa gentrificada llamada “King Daviz”, con un cartel de Dabiz Muñoz y un «te quiero, nena» de fondo.


Vamos a resolver el eterno debate:
La tortilla de patata es huevo y patata. Punto.
Si lleva cebolla, chorizo o tus ganas de aparentar, ya no es tortilla: es tu ego con hambre de aplauso.

Y por si faltaba algo, la croqueta.
Esa ambrosía de la plebe con ínfulas de sommelier.
Nos han vendido que es alta cocina, cuando siempre fue lo que era: las sobras de la comida pasadas por bechamel y fritas con dignidad.


Ahora todo es inmediato.
Éxito en tres pasos.
Sexo con coreografía aprendida en Pornhub.
Libros que nadie lee a las 5 de la mañana porque alguien dijo que los ricos lo hacían.
Y una bañera con hielo donde en lugar de pensar, gritas.


Y si no estás curado, tranquilo: siempre puedes ver un TikTok de alguien diciéndote que tu tristeza es productividad bloqueada.

Fin del episodio. Literal.

🖤 Rocío Aso Iguarán

Firma de Rocío Aso Iguarán

“No sanes. Brilla con el trauma bien peinado.”

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