🌌 EL UNIVERSO YA NO LUCHA: SOLO BAILA
Nos prometieron rebelión y nos entregaron challenge.
Nos vendieron diversidad y nos dieron filtros.
Nos prometieron pensamiento crítico y nos distrajeron con playlists emocionales.
Bienvenidos al apocalipsis con toppings: una guerra cultural donde nadie dispara porque todos están demasiado ocupados haciéndose selfies con la espada láser equivocada.
🍦 EL HELADO DE VAINILLA: TU CEREBRO ESTÁ SIENDO DOMESTICADO (Y ADEMÁS CON MÚSICA)
Todo sabe a lo mismo:
a ese helado que no ofende, que no arriesga, que no empacha… pero tampoco alimenta.
- Netflix: “Elige tu identidad, pero asegúrate de tener WiFi para validar tu existencia.”
- Spotify: convierte tu rabia en lo-fi para llorar en silencio, pero con estética.
- Twitter/X: debates con la profundidad de una cucharada de yogur griego.
- TikTok: filosofía de 8 segundos servida por adolescentes con dismorfia inducida.
Según MIT, el 70% de los contenidos virales son moralina de escaparate: emoción sin reflexión. Un gimnasio para el ego, no para el pensamiento.
🎵 REGUETÓN: EL OPIO DEL PUEBLO… AHORA EN FORMATO PREMIUM
No, no es contra el ritmo. Es contra la mentira.
- Letra base: «Perrea, consume, repite.»
- Estructura: «Actúa rebelde, pero que te fiche Sony Music.»
- Mística: “Rosalía no incomoda al sistema. Lo embellece con voz flamenca y presupuesto blindado.”
La paradoja final:
Lo alternativo es lo que patrocina Amazon Music.
“Y si aún crees que estás fuera del sistema, tranquilo: el sistema ya hizo una versión lo-fi de tu rebeldía.”
⚔️ LA GUERRA CULTURAL: BATALLAS DE MEMES Y SOLDADOS DE PIXEL
Nadie lee manifiestos. Todos postean pancartas recicladas.
Los progres compran rebeldía en Zara. Los fachas usan TikToks de niños como argumentos.
Y todos creen estar luchando cuando solo están decorando sus jaulas ideológicas.
Si Darth Vader viviera, tendría un canal de YouTube donde vende “Dark Leadership y Mindfulness Sith” por 497€ el módulo.
💥 CÓMO SOBREVIVIR SIN SER UN JEDI CON ANSIEDAD
No hay salvación total, pero hay microactos de insumisión digital:
- Borra TikTok. O déjalo solo para ver gatos deprimidos y recordar que tú, al menos, no ronroneas por likes.
- Escucha algo sin algoritmo. La radio de un taxi, el hilo musical de una ferretería… cualquier cosa que no te diga cómo sentirte.
- Lee. Papel. De ese que mancha los dedos y no trae “modo oscuro”. Si no te gusta, mejor: así no te domestica el confort.
- Y lo más importante: no sigas actuando como si pensar fuera radical.
- Radical es comerse otra serie de Netflix sobre “la vida real” grabada en plató.
📝 PD:
Escrito desde una cafetería donde sirven matcha con actitud rebelde, pero nadie ha leído un libro desde 2019.
La camarera lleva tatuada la palabra “wild” en la clavícula, y ha puesto a C. Tangana en el altavoz sin saber que él ha leído más filosofía que todos los podcasts que escucha su jefe.
Y de fondo, no sé por qué, suena «Perdona» de Tiziano Ferro, como un eco emocional de aquella época en que la guerra cultural venía disfrazada de heterosexualidad con armario empotrado y voz de tenor herido.
Todo encaja. Incluso cuando no quieres que lo haga.
🖤 Rocío Aso Iguarán

“No vine a convencerte. Vine a recordarte lo que fingías no ver.”