⚡️ «EL GRAN APAGÓN Y OTRAS FORMAS MODERNAS DE LLAMARTE ESTÚPIDO»

"La voz rebelde crítica social sin anestesia"

2020 fue el ensayo general, y lo aplaudiste desde el balcón. La DANA fue el intermedio de una película donde nadie ayuda pero todos opinan. Y el apagón de esta semana… bueno, era el final que faltaba para una trilogía de estupidez planificada. Solo faltaban zombis comiéndose a un tertuliano de La Sexta y teníamos bingo.



A falta de explicaciones reales, aparecieron los de siempre:

Mientras tanto, ni una rueda de prensa coherente. Ni una voz oficial que suene a verdad. Solo tweets y teorías. La transparencia es ahora un GIF con subtítulos mal escritos.


Covid, la gran escuela de obediencia. La DANA, el master en abandono institucional. El apagón, el TFG de nuestra paciencia. Todo sin soluciones. Solo hashtags.

Frases que resumen este delirio:


Esto no va de conspiraciones. Va de ceguera voluntaria.

¿Por qué cada crisis parece escrita por un guionista de realities? Porque hemos dejado que el entretenimiento invada la gestión pública. Porque cuando falla la luz, también fallan las neuronas colectivas.

No hay protocolos reales. Solo apps. No hay responsables. Solo community managers. Y así, entre un «reinicia el router» y un «actualiza tu fe», seguimos sin respuestas.


El problema es que, incluso sin luz, seguimos creyendo todo lo que parpadea.

No sabemos qué causó el apagón, pero sabemos lo que provocó: la evidencia brutal de que no estamos preparados. Ni mental, ni técnica, ni políticamente. El fin del mundo no llega en llamas. Llega con un silencio eléctrico que te obliga a pensar… y eso, Cielín, es lo que más miedo les da.



🖤 Rocío Aso Iguarán

Firma de Rocío Aso Iguarán

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio